Descripción
Portabicicletas de acero galvanizado urbano
Aparcabicicletas de mobiliario urbano
En primer lugar, se trata de un portabicicletas de hierro galvanizado. Además, cuenta con la posibilidad de aparcar diversos tamaños y tipos de bicicletas, a ambos lados. Asimismo, los ajustes óptimos de las posiciones de la rejilla en un ángulo de 45º. Ideal para instalaciones en mobiliarios urbanos, zonas de ocio y descanso, parques, plazas, jardines, etc.
Por otro lado, su recubrimiento galvanizado aporta durabilidad y resistencia a los diversos factores externos. Así como, su robusto diseño le aporta seguridad y una fácil instalación. La distancia idónea de separación es de 42cm. Ofrece la posibilidad de adaptar cuadro a la bicicleta lo que evita posibles robos. Asimismo, se puede policromar en cualquiera de los colores disponibles en colores RAL.
Finalmente, los tornillos e instrucciones se incluyen en el kit de montaje adecuado de instalación.
Aparcabicicletas de mobiliario urbano.
Las características de este producto son las siguientes:
- Número de plazas: 4 plazas
- ancho de rejilla/colgador: 138cm
- Alto: 47cm
- Profundidad: 42cm
- Ancho de posición: 6cm
- Distancia entre posiciones: 42cm
- Sección transversal del tubo: 18mm
- Diámetro del tubo: 2mm
- Peso: 15kg
- Perfil soporte: 30x30x1,5cm
- Montaje: 2 tacos 8mm (incluidos)
- Perchero: galvanizado
- Material: Acero galvanizado
¿Quieres saber más?
Estimado cliente, queremos asegurar que has dado con el lugar idóneo para encontrar lo que buscas. Para empezar, nos gustaría aportarte cierto información sobre nuestros productos, así como, materiales usados. Entre nuestro principales objetivos está el que nuestros productos destacan por las mejores cualidades posibles.
- En este caso, te ofrecemos este aparcabicicletas de mobiliario urbano. Por un lado, se trata de un elemento de lo más adecuado para zonas al exterior. Así pues, para su fabricación, hemos usado acero. Éste, es un material que se obtiene de la alineación de hierro con pequeñas sustancias de carbono. Con el temple, el acero, va adquiriendo dureza y elasticidad. Por último, con el propósito de proteger su superficie, lo sometemos a la galvanización.
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